jueves, 28 de octubre de 2010

HACIA EL TERCER MILENIO: UNA PROVINCIA ( 8 )

(1990-1999). En la década del 90 la comunidad viatoriana chilena se proyecta decididamente hacia el Tercer Milenio como futura Provincia. Su inicio está marcado por una gran inquietud por la inserción de las comunidades locales en el medio concreto donde se trabaja preocupándose por una mayor inculturación en la sociedad chilena que va experimentando profundos cambios sociales y políticos. También se desarrolla una nueva dimensión del compromiso a favor de los pobres y la justicia social en la línea del carisma peculiar de educadores y de servidores de la Palabra.

La llegada de la democracia en Chile, estuvo fuertemente marcada por la consolidación de un modelo de economía de mercado. La juventud percibió que la sociedad quedaba vacía de sentido. El consumismo transformaba al país en una gran vitrina donde todo se vendía y todo tenía su precio.

Desde una sociedad con estilos comunitarios de vida se pasó bruscamente a un modelo neo liberal, donde lo que importa es vivir el placer del momento. Como consecuencia directa de este nuevo modelo, es que el número de vocaciones religiosas disminuye fuertemente y la pastoral juvenil se resiente a todo nivel.

La Región de Chile empieza otra etapa de su andadura cuando el 27 de noviembre de 1990 el Capítulo regional presidido por el Superior Provincial, P. Tomás Jiménez, elige al P. Domingo Lezama como Superior regional y dos consejeros: el Hermano Raúl Marchant y el Hermano Luis Trigueros, completándose con los dos consejeros nombrados: El Hermano Basilio Álvarez y el Hermano José Antonio Izaga. El P. Javier Ortuondo, continuó como Administrador regional.

La Región se comprometió en esta oportunidad, en su prioridad para dos años a reforzar la “Vida Fraterna” y participar activamente en la “Nueva Evangelización”.

Las iniciativas en el campo de la misión apostólica, además de la pastoral ordinaria llevada en la parroquia y en el colegio, se expresan en un gran desarrollo de actividades apostólicas, tales como la Catequesis Familiar los Encuentros de Ene (Encuentro de Niños en el Espíritu), Eje (Encuentro de jóvenes en el Espíritu) y Escoge, la colaboración en Encuentro Matrimonial, en el Movimiento Scout. El JUVI, como movimiento prioritario de la Región, se desarrolla con mucha fuerza y se va consolidando y concretando en su estructura y organización en todas las obras donde se implantó.

No obstante el rico trabajo apostólico, se tiene la sensación de que los religiosos son como “ínsulas” e individualistas en los apostolados. Cuesta llevar la pastoral comunitariamente e implicar a todos en la labor apostólica que cada uno realiza. Se ve la necesidad de unificar criterios y discernir el número de trabajos apostólicos que se puedan llevar, desde la Comunidad.

Al reflexionar sobre la búsqueda del Reino desde los más pobres, se propone revisar los criterios de admisión y selección de los alumnos y, al advertir una preocupante falta de calidad religiosa en los colegios por la escasa preparación y cultivo pastoral de nuestros profesores laicos y apoderados, la Región se dispone a priorizar su formación.

Además, se continúa dando un fuerte impulso a las jornadas vocacionales en diferentes niveles, apoyando a los responsables locales de pastoral vocacional que trae sus frutos en una continuidad en el flujo de vocaciones de jóvenes que vienen a nuestro postulantado a discernir su vocación religiosa. Se aúnan esfuerzos para que la pastoral vocacional sea un compromiso de todos, considerando también importante que haya un encargado regional más dedicado a este cometido. La gran esperanza de futuro se fundamenta en una acción que permita interpelar y atraer a jóvenes al Seminario viatoriano. Al mismo tiempo, se van dando pasos hacia una mayor inculturación y en el reparto de responsabilidades en la persona de los religiosos chilenos.

En esta década realizaron su primera profesión los Hermanos Marcelo Lamas, Morales,Juan Inzulza González, Rubén Astete Altamirano, Hugo Fernando Arias Robles, Cristian Ahumada Osorio, Rodrigo Andrade García, Ricardo Astete Altamirano, Javier Rivera Parraguez, Martín Chilla Cruz, Rodrigo Pavez Neine, Cristian Vera Quea y Carlos Arancibia Bermúdez.

La Profesión perpetua la realizaron los Hermanos Raúl Marchant Zúñiga, Jorge Mario Mansilla Beecher, Carlos Peña Álvarez, Fernando Hugo Cepeda Bobadilla y Marcelo Antonio Lamas Morales.

A partir de 1991 sucedieron una serie de acontecimientos que impactaron a la Región, tales como el cierre de la comunidad del noviciado, por un año, al no tener más que un novicio quien, además, tenía que realizar su experiencia comunitaria en una comunidad local. Los Padres Misioneros del Verbo Divino solicitaron alquilar la casa noviciado para su propio noviciado durante todo el año.

El P. Saturnino López, Director de diversos colegios durante muchos años, quiso extender su labor apostólica más allá del Océano y llega a Chile el 11 de octubre de 1968. Se hace cargo del Liceo Parroquial San Antonio de Viña del Mar. Luego fue director de la Escuela Industrial “Las Nieves” de Puente Alto y posteriormente se hace cargo de la Parroquia “El Divino Salvador” de Ovalle. Después de varios años de apostolado en varias comunidades de Chile, decide quedarse en España dejando en Chile, entre los que le conocen, un recuerdo imborrable.

Con motivo del Quinto Centenario de la evangelización de América, 1992 fue testigo de acontecimientos importantes tanto a nivel eclesial como congregacional y regional. La Diócesis de Santiago llevó a cabo una Misión General bajo el lema: “Con Cristo construimos Esperanza”. Miles de misioneros laicos fueron de casa en casa evangelizando en las poblaciones. Los Clérigos de San Viator participaron activamente en este llamado del Obispo Monseñor Carlos Oviedo Cavada y se unieron desde sus lugares de trabajo a esta misión.

Se concluyó la Misión con la celebración Eucarística masiva, presidida por el Cardenal Monseñor Carlos Oviedo Cavada, en la Avenida Alameda Bernardo O’Higgins, debidamente engalanada para la ocasión.

Otro acontecimiento que marcó la historia de la vida viatoriana en el Continente fue el Primer encuentro Latinoamericano y del Caribe de religiosos jóvenes, celebrado en Puente Alto. Se realizó del 19 al 26 de enero de 1992. Además de los distintos delegados de los cuatro países convocados por la Dirección general bajo el lema “Compartir nuestros talentos”, Colombia, Chile, Haití y Perú, asistieron el Superior general, P. Leonardo Audet, el Vicario general, P. José Antonio Lezama, y el Consejero responsable de la formación de la Congregación, P. George Auger. Entre sus objetivos se pretendía que las fundaciones se conocieran entre sí y pudiesen compartir sus historias, vivencias, puntos de vista de la formación y de la pastoral vocacional. En esta ocasión los jóvenes religiosos latinoamericanos y del Caribe enviaron un mensaje a toda la Comunidad Viatoriana:

“... Nuestra historia como Congregación en los países de América Latina nos muestra un deseo misionero de redescubrimiento y profundización del carisma viatoriano. Es una historia de éxitos y fracasos, de conflictos y tensiones, pero siempre animados por el Espíritu de Jesús resucitado.”

“Indudablemente que nuestros esfuerzos, como familia viatoriana latinoamericana, deben ir unidos a los de toda nuestra Congregación, ya que sólo así, podremos seguir siendo fieles a nuestro Fundador y a la Iglesia.”

“Es en la diversidad y la originalidad de nuestras fundaciones, con realidades concretas de nuestros países, que hemos empezado nuestro camino de unidad.”

“Hacemos un llamado a nuestros hermanos viatores del mundo a tener presente estos esfuerzos en sus oraciones y sentirnos solidariamente una sola Familia Viatoriana.”

Se celebró en Bogotá, por iniciativa de la Dirección general, una reunión de los superiores de las fundaciones latinoamericanas entre los días 17 y 19 de septiembre. Se trataba de dar continuidad al encuentro de Puente Alto y poner en práctica las proposiciones concretas elaboradas allí. Por Chile, asistió al encuentro el P. Domingo Lezama.

Momentos de gran significado espiritual y animación regional que llenan de alegría a la Región son las ordenaciones y profesiones religiosas. El P. Luis Trigueros, presentado por el Superior provincial, recibió la ordenación sacerdotal en la capilla del Seminario San Viator de Valladolid, España, el 19 de enero de 1992, en la celebración eucarística de las 13.30 horas de manos de Monseñor José Delicado Baeza, arzobispo de Valladolid, en presencia de las comunidades de Valladolid y de otros muchos religiosos de las comunidades de España, de varios Hermanos de Chile, de su familia, amigos y conocidos. Fue una hermosa celebración y también animación del espíritu misionero en toda la Provincia.

El día 25 de julio, en la Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes de Puente Alto, recibieron de manos de Monseñor Cristián Caro, obispo auxiliar de Santiago el orden del sacerdocio y la ordenación diaconal en vistas al sacerdocio el Hermano Raúl Marchant Zúñiga, ex – alumno de la Escuela Industrial Las Nieves de Puente Alto y el Hermano Basilio Álvarez, respectivamente. Fue una gran celebración a la que asistieron todos los Hermanos de la Región, gran cantidad de parroquianos que conocieron al Hermano Raúl como líder juvenil y posteriormente como profesor en el mismo colegio en el que estudió y amigos de los ordenados.

Este mismo año la Provincia y en especial la Región sufrieron un golpe inesperado que afectó particularmente la Región. El Hermano Juan Alarcón después de un año fuera de la vida comunitaria firma la dispensa de sus votos perpetuos.

Otro momento difícil fue el cierre de la Comunidad de Las Nieves, en Puente Alto, después de muchas conversaciones con el Directorio de la Sociedad de Asistencia y Capacitación en vistas a clarificar su posición con respecto a la continuidad de la Congregación en la Escuela Industrial Las Nieves y en el Internado. No habiendo recibido respuestas satisfactorias que manifestaran, a la vez, su deseo de que continuaran desarrollando su servicio y los medios adecuados a emplear, se decide abandonar la obra tras 27 años de incansable dedicación.

Al poco tiempo de tomar esta decisión, el arzobispado de Santiago ofrece abrir una nueva obra en la Comuna de Renca. Se trata de fundar, en terrenos parroquiales, un Liceo Politécnico para jóvenes de escasos recursos. Se hace la consulta pertinente a todos los capitulares, por escrito, existiendo un consenso unánime, y se envía a la Dirección provincial la disposición de aceptarla para que sea ratificada.

Un estudio sociológico de este año sitúa a Renca entre las cuatro comunas más pobres de Santiago, con un 30 % de la población por debajo de la línea sociológica de pobreza e indigencia. Su población estudiantil es de 26.75 % de los cuales el 75 % se encuentra en la Enseñanza Básica y el 25 % en la Enseñanza Media no habiendo programas para jóvenes o para mujeres jóvenes. En este contexto, la Vicaría para la Educación del Arzobispado de Santiago diseña el Proyecto “El Señor de Renca” para la puesta en marcha de una Escuela de Capacitación Profesional para 540 alumnos en horario diurno y capacitación anual para otros 150 jóvenes adultos, preferentemente mujeres jefas de hogar.

La obra se inauguró el 7 de marzo de 1994.

Al intentar vender los terrenos del antiguo Postulantado de La Florida, que se quedaría, en caso contrario, rodeado de complejos comerciales, se encontró con que una franja de terreno del lado poniente, estaba registrada en Bienes Raíces a nombre del vecino José Lenin Schiappacasse. El Superior regional y el Administrador regional comenzaron unos largos y tediosos trámites, con los mejores abogados de Santiago, para recuperar el terreno que pertenece a la Comunidad. Entre tanto se gestiona en Roma la autorización para vender dicho terreno llegando el indulto en diciembre.

En los seis últimos años, la Fundación de Chile ha experimentado una gran crisis vocacional, pues siete religiosos de votos temporales han abandonado la Congregación y un religioso de votos perpetuos muy significativo para la Región. A pesar de ello la Fundación constituida en Región, animada fuertemente por la Provincia, avanza con sus ilusiones hacia la constitución en provincia canónica.

La justicia social en la Congregación es un tema que no se ha trabajado en forma organizada, aunque siempre se ha estado al lado de la Iglesia chilena en sus denuncias sociales. Se realizan esfuerzos por superar las situaciones de injusticia desarrollando la promoción de empleo juvenil, para jóvenes de 18 a 30 años, que no estudian ni trabajan, a los cuales se les forma integralmente y se les cualifica para un determinado trabajo rentable.

La Congregación de Clérigos de San Viator fue reconocida por el Ministerio del Trabajo y Previsión Social como OTE (Organismo Técnico de Ejecución) para desarrollar los programas de SENCE (Servicio Nacional de Capacitación y Empleo).

El Gobierno de Chile, junto al Banco Interamericano del Desarrollo (BID), ha implementado el programa de Capacitación, “Chile Joven”, para jóvenes de 18 a 25 años, que se encuentran cesantes y que no participen de la enseñanza regular, al que tienen acceso todos los OTE del país, previo concurso público. Los alumnos no tienen que pagar nada, proporcionándoles el dinero para locomoción y una colación en medio de la jornada. El horario de estudio es de lunes a viernes de 15 a 19 de la tarde.

El OTE “San Viator” se ha presentado en los sucesivos concursos o proyectos del Estado, desde abril de 1992 y ha desarrollado catorce cursos, atendiendo a 280 beneficiarios. La modalidad de los cursos es de 200 horas cronológicas de capacitación y tres meses de práctica profesional en empresas afines a la especialidad en la que se ha participado. El OTE “San Viator” busca las empresas adecuadas y realiza el seguimiento de inserción laboral. El resultado es altamente satisfactorio pues el 80% de los beneficiarios que se han capacitado y adquirido un bagaje profesional competitivo han encontrado trabajo productivo.

Los cursos impartidos por el OTE “San Viator” atienden preferentemente a mujeres enviadas por las Oficinas de Colocación Municipales que, por medio de asistentes sociales, garantizan una población objetivamente necesitada. Las capacitaciones ofrecidas han sido: Cocina y Repostería, Corte y Confección, Digitación en Computación e Instalaciones Eléctricas.

Se han ido impartiendo estos cursos en Puente Alto en el Centro Juvenil, vecino al Noviciado, en el Colegio San Viator de Macul, en la Parroquia El Divino Salvador de Ovalle y en el Liceo Técnico profesional “El Señor de Renca”.

Además de los cursos señalados, la Congregación apoyó y desarrolló 7 cursos del mismo programa en la Escuela Industrial Las Nieves, dirigido por los Clérigos de San Viator, hasta el 31 de diciembre de 1992.

La Región también ha sido reconocida como ONG (Organismo No Gubernamental) a través de la cual se pueden canalizar ayudas, procedentes sobre todo de España, para promocionar a familias necesitadas en vivienda y trabajo.

Se abrió en Puente Alto, en el Centro Juvenil, un taller de corte y confección que preparó y dio trabajo a jefas de hogar de escasos o nulos recursos y así pudieran sustentar a sus familias.

De igual modo en Renca se formó a personas necesitadas, no sólo en corte y confección, sino también se les capacitó en carpintería, para que pudiesen ser constructores de su propia vivienda y mobiliario, y así vivir con mayor dignidad, dado que muchas de estas familias vivía como “allegadas” o hacinadas.

La parroquia de Ovalle atiende, gracias a una ayuda recibida de la Iglesia de Alemania, de Cáritas y de Amigos de las Misiones de Madrid a unos 300 niños distribuidos en cuatro comedores de poblaciones pobres. También atiende en el área de la salud a personas de escasos recursos de esas poblaciones en dos policlínicos.

Tanto en nuestros colegios como en las parroquias existe la preocupación por mantener activo el Departamento de Acción Social, asesorado por una asistente social para estudiar los casos más urgentes de la comunidad educativa y parroquial y canalizar a través de un equipo de personal comprometido, la ayuda social.

Para apoyar el crecimiento de la obra chilena el 17 de enero de 1994, realiza su visita pastoral el Superior provincial y trae consigo al Hermano Ramiro González que se incardinará en tierras chilenas. El Superior provincial después de compartir con todos los religiosos y asociados escribe desde España:

“….Pero creo que vuestro futuro pasa, necesariamente, por una apertura individual a la acción del Espíritu para que Él os mentalice conforme a los criterios del Evangelio, deviniendo cada uno a memoria profética para sus hermanos y hermanas de comunidad. ¡Y esto como “conditio sine qua non” para todo tipo de discernimiento y/o Proyecto regional de renovación!”

“Asimismo pasa por invertir grandes dosis de unidad y corresponsabilidad (más allá de los individualismos), de audacia (más allá de nuestros débiles cálculos) y de generosidad (conscientes de que, a lo que sembramos, Él dará crecimiento).”

“Un futuro que inscribe en su horizonte estas tres palabras: PROVINCIA VIATORIANA CHILENA. Provincia que ya, de alguna manera, debe estar viviendo en la gestación de vuestro proyecto de Región.”

“Como Abraham os animo a seguir en camino, dejándoos guiar por la fe en su palabra y por la certeza de que Él cumplirá sus promesas: os dará un hijo, os hará pueblo y os regalará una tierra… según sus planes, ¡planes que debéis discernir, sabiendo interpretar este vuestro momento presente! (cf Lc 12,56).”

Acabó estas impresiones agradeciéndoles su acogida y compartiendo su alegría y su esperanza:

“Veo que ya estáis adelantando su Reino en vuestras comunidades y en la lucha por la justicia desde las mediaciones en que trabajáis, aunque todavía os queden kilómetros para alcanzar la meta. ¡Hay camino por delante! ¡Y todo se andará!”

“¡Ánimo, que Dios y los Hermanos de la Provincia vamos con vosotros!”.

La visita del Superior provincial también trajo buenas noticias. El 3 de marzo enviaría nuevos refuerzos a la Región en los Hermanos Basilio Álvarez, quien más tarde se haría sacerdote y Eduardo Millán. Los Hermanos los acogieron como suelen hacerlo. Ambos serán una gran riqueza para la comunidad en este caminar en tierras chilenas.

La celebración del 26 Capítulo celebrado en Roma, el 14 de julio de 1994 reelige, como Superior general, al P. Léonard Audet. El P. José Antonio Lezama es elegido como su Vicario. Le acompañarán en su gobierno el Hermano Marius Caron, el Hermano Roger Bou y el P. Mark Francis. El nuevo Consejo decide tomar como prioridades para los próximos seis años las tres orientaciones principales desarrolladas en la Carta a las comunidades viatorianas: la Asociación, la Comunidad y la Misión. Estas prioridades incluirán la vida de oración personal y comunitaria. Cabe destacar que a este Capítulo asistió como representante de la Región el Superior regional, P. Domingo Lezama.

Más tarde, enviado por el Consejo provincial, el Hermano Pedro Lahora, Consejero provincial, visita la obra chilena. Llega el 13 de septiembre y permanece un mes visitando a los Hermanos y conociendo las obras. Presidió el Capítulo de elecciones y la Asamblea regional los días 8 y 9 de octubre. El P. Txomin Lezama es reelegido como Superior regional. Le acompañan en el Consejo Eduardo Millán, Gerardo Soto, Basilio Álvarez y Javier Ortuondo.

El 21 de septiembre en la Región se anunciaba la muerte del Hermano Graciano San Martín Vadillo, a los 84 años de edad, 68 de vida religiosa y 20 de diaconado. Después de trabajar muchos años como encargado de las misiones de la Provincia en 1969, a sus 60 años se hace misionero y pide venir a Chile. Estuvo tres años en Viña del Mar y cuatro en Puente Alto. Fue un hombre que amaba la Misión viatoriana chilena.

Meses más tarde, se recibía otra noticia, también triste como la anterior. Gran sorpresa causó la noticia de la muerte del Hermano José Gómez Huidobro, incansable constructor y servidor de los pobres. Fallecía en la clínica de Valladolid el día tres de febrero de 1996, a los 73 años de edad y 57 de vida religiosa. A sus 60 años de edad cambia de ritmo su vida en España y se traslada a la misión de Chile como ayudante en la parroquia de Ovalle, donde trabajó incansablemente en favor de los comedores infantiles y los policlínicos. Luego fue ayudante de administración en el Postulantado de La Florida. Allí buscó y tramitó los terrenos para el Colegio San Viator de Macul y mientras vivió en la Comunidad de Las Nieves de Puente Alto se ocupó de la construcción de un jardín infantil, la capilla Santa Rosa de Lima, el templo de la Parroquia Santa Teresa de Los Andes y otras obras menores. En 1993 se queda definitivamente en España. El Hermano José Gómez nunca será olvidado en Chile.

Durante 1995 se han vivido acontecimientos importantes a nivel de Iglesia chilena y de la Congregación.

La Archidiócesis de Santiago, convocada por su obispo, Mons. Carlos Oviedo Cavada, ha comenzado el IX Sínodo diocesano con el lema “Caminemos juntos”. Todos los estamentos de nuestras obras de la región Metropolitana (Macul, Puente Alto y Renca) se han implicado en este gran acontecimiento. Se ha realizado en varias etapas comenzando por una consulta a modo de diagnóstico a todas las áreas pastorales y comunidades comprometidas con la Iglesia de Santiago.

El retiro anual de este verano fue dirigido por el Vicario general de la Congregación, el P. José Antonio Lezama quien ayudó a profundizar en las últimas decisiones capitulares.

En Febrero de 1995 tuvo lugar en Perú la reunión de los Superiores de Haití, Perú y Chile con el Vicario general para tratar temas de interés común a las fundaciones de Latinoamérica y el Caribe y continuar con el intercambio de iniciativas que lleven a una mayor colaboración e integración entre las fundaciones y la Región.

El Superior Provincial, P. Tomás Jiménez, nuevamente visita la Región y más tarde el Presidente de la Comisión Escuela Viatoriana de la Provincia, H. José Luis Céspedes, en plan de animación y orientación. Su visita merece destacarse porque ha supuesto una gran ayuda en el área educacional por las sugerencias e indicaciones tan acertadas que dejaron en cuanto a gestión y organización de nuestra pastoral educativa.

Durante todo el año el trabajo común y prioritario ha sido el estudio del DIS (Departamento de Investigación Sociológica) del Centro Loyola de Madrid en España. Todas las comunidades, tanto religiosos como asociados, ayudados desde España por el Hermano Pedro María Lahora, se han dedicado al estudio de la realidad concreta que vive la comunidad viatoriana en nuestro país tanto a nivel de comunidades como de obras, a pesar de las dificultades iniciales por el escaso tiempo de los religiosos comprometidos en tantas actividades.

La Provincia de España, en otro gesto ejemplar de generosidad, como siempre la ha caracterizado frente a las necesidades de la Región de Chile, ha destinado a los hermanos: Jesús Ángel Gazo, Diego Millán, Ignacio Gallinas y Juan Manuel Gómez. Fueron recibidos con muchas expectativas pues colaborarán activamente en el Proyecto Viatoriano Regional.

En el punto N° 9 del Acta de la sesión N°48 del Consejo regional del 11 de marzo de 1995 se fijan nuevas prioridades para la Región:

“Como estamos en el proceso del DIS que dará más luz a lo que tiene que ser nuestra realidad viatoriana chilena, se acuerda que las prioridades sean sólo para los dos próximos años.”

“Para motivar las prioridades se proponen los siguientes considerandos:
A Considerando que la Región debe ir avanzando hacia su consolidación como provincia.
B Considerando que el Superior general en el informe sobre el estado de la Congregación hace un llamado insistente a la necesidad de cultivo, acompañamiento y maduración de las vocaciones en las fundaciones para consolidar la Congregación en esos países.
C Considerando las prioridades del 26° Capítulo general
D Considerando las convicciones y urgencias expresadas en la CARTA A LAS COMUNIDADES VIATORIANAS escrita por el Capítulo general de Roma 1994.”

“Para estos dos años y, en tanto se elabora un plan de Región más profundo a partir del DIS, se toman las siguientes prioridades:

1° Ser comunidades significativas que se destacan por la vida fraterna, la oración y la apertura al medio en el que están insertas.
2° Potenciar la formación en estas tres vertientes:
Religiosos jóvenes; asociados; formación permanente.
3° Pastoral vocacional. Comprometer a cada miembro de la comunidad viatoriana (Religiosos y Asociados) en esta tarea y asegurar que en cada lugar de misión (Colegio o Parroquia) haya una persona que invite, acompañe y forme a los jóvenes con inquietud vocacional.”

Algunas comunidades integraron estas prioridades en sus planes de vida.

Así, la Región intenta dar pasos firmes y seguros hacia su establecimiento como Provincia, para lo cual tiene que definir bien un plan en todos los aspectos fundamentales.

Como ayuda importante para saber dónde se está y hacia dónde se debe caminar se retomó el estudio del DIS que continuó su proceso durante 1996.

Los acontecimientos más importantes del año 1996 han sido las visitas del Superior general y su Vicario y la visita pastoral del Superior provincial acompañado del administrador Provincial, P. Javier Boronat quienes dejaron muy buenos recuerdos y sabias recomendaciones.

El P. Miguel Uzábal sufrió una fuerte depresión y su salud se vio quebrantada. Por recomendación de su médico viajó a España y se radicó en Valladolid para ser atendido convenientemente. Después de un tiempo de recuperación decide permanecer en España definitivamente. La Región de Chile queda con un gran vacío. Entregó a Chile su juventud y todos esos años de gran trabajo y entrega que dejaron en muchos jóvenes una huella imborrable.

En la Provincia de España se producen algunos hechos desmoralizantes que impactan a la Región por el abandono de la vida religiosa y su ministerio los Padres Luis Rubio, Javier Boronat y José Antonio Sedano a los que seguirá muy pronto, el propio Superior provincial P. Tomás Jiménez. Es un año difícil para la familia viatoriana española y chilena.

El Superior general, conocedor de la crisis personal del Superior provincial, decide adelantar las elecciones un año y el Capítulo provincial, el 31 de marzo de 1996 en Valladolid elige al P. Gregorio Eskibel como Superior provincial y son elegidos como consejeros los Hermanos Alberto Elgóibar y Pedro María Lahora. Completan el Consejo el P. Jaime Gómez y el Hermano Ángel González. El nuevo Superior provincial, apoyado por sus consejeros se empeña en restaurar la confianza y el optimismo en las personas y en la apertura a nuevas inserciones tanto al interior de España como fuera de ella.

Junto con la reflexión sobre el caminar hacia el estatuto de Provincia, se comienza a gestar en la comunidad Viatoriana chilena una mayor preocupación por buscar nuevos estilos de inserción e incluso se ve con ilusión la posible apertura de una nueva comunidad en otro país latinoamericano. El P. Léonard Audet, Superior general había escrito a toda la Congregación haciéndose eco del último Capítulo general:

“Por mi parte, estoy convencido que tenemos que avanzar con audacia y decisión. Cuando me permito soñar un poco no sueño en una sola fundación sino en dos o tres. ¿Por qué no podríamos estudiar la posibilidad de abrir tres fundaciones: una de lengua española en América latina, otra de lengua inglesa en Asia y otra de lengua francesa en África?.... con medios mucho más exiguos, el P. Querbes optó por la audacia y el riesgo.”

Se intensifica también la atención o colaboración parroquial. En Puente Alto los dos sacerdotes del Seminario colaboran en las capillas de la Parroquia Nuestra Señora de Montserrat. En Macul se desplazan dos sacerdotes todos los domingos a presidir la Eucaristía y a colaborar con el párroco de la vecina Parroquia de San Norberto y lo mismo se realiza en la Parroquia El Señor de Renca. En la Parroquia San Antonio de Viña del Mar se presta atención especialmente en las Misas de los domingos, en bautizos, funerales y matrimonios. La Parroquia El Divino Salvador de Ovalle, atendida por tres Clérigos de San Viator también goza de la colaboración de los Hermanos de la Comunidad. Esta colaboración se hace cada vez más necesaria por el número de capillas que atiende y que sigue aumentando por el crecimiento poblacional.

La educación, impulsada por el gobierno del país, está experimentando un proceso de reforma, amplio y ambicioso en los niveles en que los viatores están implicados: en la Enseñanza General Básica y Enseñanza Media. La Comunidad está preocupada porque los colegios mantengan y acrecienten, si es posible, su misión evangelizadora y que vayan adecuándose a las exigencias de los cambios. Por ello, se intensifican los encuentros con los Equipos Directivos de los centros, con los profesores, administrativos y auxiliares de cada uno de los establecimientos y se organizan eventos de carácter deportivo con los alumnos para compartir y lograr una mayor integración entre todos. Se propicia que los profesores y colaboradores laicos asuman su trabajo educativo como una vocación y se vayan incorporando a la misión evangelizadora. Se intensifica y profundiza con los funcionarios laicos en el conocimiento y vivencia de la Propuesta Educativa Viatoriana. La línea de la opción por los pobres es prioritaria. Existe una preocupación por acoger a familias necesitadas, económica y moralmente, teniendo especial cuidado en el proceso de selección y admisión de los alumnos.

Como todos los años, febrero de 1996 fue el mes del Retiro anual y de la Asamblea de la comunidad. Se aprovechó esta ocasión para trasladar los restos mortales del P. Nazario Izar de la Fuente a una nueva sepultura en el Cementerio El Prado de la Florida. El día 8 vísperas de la fiesta regional un grupo de religiosos asistió a rendirle un homenaje y a rezarle como intercesor ante Dios.

Después de una fructífera labor y con mucha experiencia en sus vidas deciden volver a España los religiosos Ramiro González García y Juan Manuel Gómez Pérez. La comunidad chilena quedó muy agradecida de sus servicios y simpatía.

Para favorecer una mayor integración latinoamericana y sobre todo con los Hermanos de Perú, visitó las comunidades y obras, el Superior provincial de Canadá P. Julián Rainville, acompañado del Superior de la Fundación de Perú, Gastón Harvey. Su paso por Chile fue motivo de un mayor acercamiento entre los Hermanos de Perú y Chile.

A finales de agosto visitó la Región el Hermano Alberto Elgóibar, delegado del Superior provincial para presidir el Capítulo de elecciones, que se celebró el 11 de septiembre. El nuevo Consejo, formado por Eduardo Millán, Superior regional, Gerardo Soto Toledo, Asistente regional, Javier Ortuondo, Administrador regional, Diego Millán y Claudio Ríos, Consejeros, inició su servicio de autoridad el 26 de septiembre de 1997.

Los Clérigos de San Viator cumplían los 40 años en el Liceo Parroquial San Antonio de Viña del Mar. En el mes de octubre se organizaron actos religiosos, culturales y deportivos para festejar este nuevo aniversario.

Durante este mismo mes la Iglesia latinoamericana celebró en nuestro país el Encuentro Continental de Jóvenes. Nuestras comunidades, que trabajan con jóvenes y para los jóvenes, vivieron con intensidad cada uno de los momentos de preparación y desarrollo de este Encuentro, uniéndonos de esta manera a las iglesias locales.

En los primeros días de agosto se clausuró definitivamente la casa del Postulantado de La Florida para proceder a su derribo y poner en venta los terrenos. El litigio con el vecino que se ha querido apropiar de los terrenos continúa en los tribunales quienes, en primera instancia, han dado el favor a la Congregación.

El Hermano Claudio Ríos y la asociada Violeta Bisbal representaron a la Región en el Primer Congreso Internacional de la Asociación que se celebró en Valladolid del 16 al 23 de agosto. Era un modo de subrayar las bodas de oro de la Provincia de España que se había celebrado con toda solemnidad el 18 de abril de 1998, a los 50 años exactos de su erección canónica, (el 18 de abril de 1948) y cuyo acto final fue presidido por el Superior general. Los objetivos del encuentro eran ofrecer a asociados y religiosos de diversos países la ocasión de encontrarse, conocerse, de informarse mutuamente y confrontar las diversas experiencias de asociación.

En diciembre, al terminar el curso, después de trabajar tres años en el norte del país, el Hermano Ignacio Gallinas decidió volver a España y ponerse a disposición del Superior provincial.

El Hermano Eduardo Millán, Superior Regional, en el Informe moral de 1988, expresaba:

“La Región viatoriana chilena, como todo lo humano, está entretejida de luces y sombras, de gracia y pecado, de grandezas y debilidades. Si no tuviésemos más horizonte que el que alcanzan nuestros ojos, el pesimismo sería en algunos momentos lo único razonable. Pero a los creyentes se nos ha concedido poder contemplar la realidad desde otro punto de observación distinto del pesimismo o el optimismo. La novedad de Dios, que se abre camino en lo concreto de nuestra historia, nos hace comprender las cosas de otra manera y ofrece un fundamento más sólido – y exigente – a nuestra esperanza.”

“En el campo viatoriano chileno hay más trigo que cizaña. Y esto nos hace volver la mirada a Dios y darle gracias porque vemos señales de su fuerza desplegándose en la paciencia, el trabajo, la entrega, la constancia, la esperanza, el amor y la alegría de nuestros hermanos. Y en tantos otros signos inefables de la presencia del Señor entre nosotros.”

“Con sinceridad y dolor reconocemos nuestras debilidades y omisiones. En ocasiones, personas y comunidades, en lugar de transparentar, volvemos opaca la luminosidad de la Resurrección del Señor. El Señor resucitado no puede verse en unas vidas mediocres en su entrega o poco evangélicas en su compromiso. Somos portadores de la buena noticia de salvación, pero a veces somos remisos, nos sentimos desalentados, o estamos adormecidos por la monotonía.”
“Que esta reflexión nos ayude a sacudir la flojera, abandonar nuestra apatía y continuar proclamando nuestro mensaje.”

Después de una minuciosa búsqueda, y habiendo obtenido los permisos correspondientes, el Superior regional y el Administrador regional, el 14 de mayo de 1999 firman las escrituras de compra de la casa, para la sede de la Dirección Regional en La Florida, en calle Concepción 7595, se realizan las remodelaciones para adecuarla a las necesidades regionales.

En el mes de mayo se invita a toda la comunidad Viatoriana chilena a un discernimiento personal y comunitario para estudiar la oportunidad de pedir el estatuto de Provincia para la Región. También se comparte en las comunidades sobre la posibilidad de establecer una nueva inserción.

El Capítulo regional celebrado el 14 agosto de 1999 en el Colegio San Viator de Macul debatió la elaboración del Proyecto regional en vistas a lograr el estatuto de Provincia. Vistos que se cumplían los requisitos y que se contaba con el apoyo del Consejo general y del Consejo provincial, por unanimidad, se pronunció a favor. Por ello, y después de haber hecho su propia reflexión, el Consejo regional solicitó, por cauces legales, el estatuto de Provincia para la Región de Chile.

Dentro del marco de mayor acercamiento entre las fundaciones latinoamericanas y el Caribe, en el mes de julio se reúnen en Puente Alto el Hermano Marius Caron, representante del Consejo general, y los superiores de las fundaciones de Haití, Honduras, Colombia, Perú y Chile. Fueron días de intenso compartir.

El Superior provincial, P. Gregorio Eskibel, acompañado del Administrador provincial, H. Ángel González, visitan por primera vez la Región el 1 al 17 de septiembre para realizar la visita pastoral.

Del 18 al 25 de septiembre, los PP Gregorio Eskibel y Gerardo Soto y los HH Ángel González y Eduardo Millán visitan una amplia zona del Vicariato Apostólico de Reyes (Bolivia) para ver las posibilidades de insertar el carisma congregacional a esa zona y responder a la invitación del Capítulo regional.

La Región siempre ha estado abierta a la colaboración de personas, religiosos o no, que quieran trabajar en la misión chilena. En octubre de 1999 llegó el joven Goar Pablo Huidobro Castaño, ex – alumno del Colegio San Viator de Vitoria. Se integró en Renca donde compartió la vida con los Hermanos y colaboró hasta el mes de julio del año 2000 en el trabajo y en la misión confiados a la comunidad. Dejó una evaluación positiva de su experiencia y la comunidad de Renca también valoró positivamente su estadía en la comunidad. La asociada Marina Muñoz regresó a España en el mes de julio. Inició su apostolado educativo en Chile en 1993. Y en el mismo mes llegó a la Región desde el País Vasco el P. Txema Martínez, sacerdote diocesano, asociado de la Congregación. Por acuerdo entre el interesado y el Superior provincial, con la aprobación del Consejo regional, comparte la vida y los bienes como un religioso más.

Para los cristianos, el año 2000 ha sido el Año Santo del Jubileo. Las comunidades viatorianas han tratado de vivir este año en sintonía con toda la Iglesia. Religiosos, asociados y formandos han estado presentes en los actos organizados por las iglesias locales y también, han participado en las actividades programadas por Conferre para celebrar el año jubilar.

El retiro espiritual anual, motivado por el año jubilar tuvo lugar del 30 de enero al 4 de febrero. Fue predicado y dirigido por el P. Ignacio Ducasse, Rector del Seminario Pontificio Mayor de Santiago y ex – alumno de la Escuela Industrial Las Nieves de Puente Alto, más tarde nombrado obispo de Valdivia.

En marzo del año 2000 se constituyó una nueva comunidad en la casa regional, adquirida el año anterior. Además de albergar las oficinas del Superior regional y la administración regional, se desea que esta casa sea también de acogida para los viatores que, por distintos motivos, tienen que viajar a Santiago. Las dependencias se bendijeron el 18 de marzo; asistieron numerosos viatores representando a todas las comunidades de la Región y finalizó el acto con una convivencia de hermandad.

El Superior regional, Hermano Eduardo Millán, el P. Gerardo Soto y la asociada Gloria Arriagada participan en el XXVII Capítulo general celebrado en Ariccia, Roma, en el mes de julio del año 2000 en el que fue elegido nuevo Superior general el P. Mark Francis de la Provincia de Chicago. En dicho Capítulo general se aprobó el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, patrona de Chile, el principio de la erección de la Región de Chile como Provincia. La decisión se recibió con mucha alegría.

En algunos viatores hay, no obstante, cierta incertidumbre y, por qué no decirlo, cierto temor. Algunos se preguntan ¿Seremos capaces de responder satisfactoriamente a este importante desafío? Se confía en la ayuda del Señor y de los hermanos y hermanas de la Comunidad viatoriana internacional.

En el mismo Capítulo general, como lo anunció el Superior general, P. Mark Francis, recién elegido Superior general, se produce otro acontecimiento histórico en la Congregación, por primera vez se nombra Consejero general a un latinoamericano, el P. Gerardo Soto Toledo. Este suceso también trajo mucha alegría a la Comunidad viatoriana internacional y de manera especial a la Región. En sustitución como Consejero regional es elegido el Hermano Carlos Peña Álvarez.

El 3 de octubre el Hermano José Luis Céspedes llega a Chile con mucho entusiasmo para incorporarse a la Comunidad. Su primer destino es el Colegio San Viator de Ovalle.

Del 18 al 24 de noviembre, el Superior provincial de Canadá, P. Alain Ambeault y el Asistente provincial, H. Marius Caron, visitaron las comunidades y obras de la Región.

El Consejo regional propone al Capítulo regional establecer una nueva comunidad en Bolivia la que es aprobada. El 27 de noviembre al 2 de diciembre, el Superior regional y el P. Javier Ortuondo viajan a Bolivia. Se entrevistaron con el obispo del Vicariato de Reyes, Monseñor Carlos Bürgler, para ir clarificando y concretando nuestro compromiso con esa iglesia.

Posteriormente, el 5 y 6 de mayo Mons. Bürgler en su breve estadía en la Región debido a la delicada situación política y social que atravesaba el pueblo boliviano, se entrevistó con el Superior regional, el Administrador regional y los Hermanos destinados a Popoy, Luis Trigueros y José Antonio Izaga, para concretar aspectos relacionados con nuestra inserción en esa iglesia local. La sencillez y cercanía del Obispo, permitió que las conversaciones para definir el convenio se realizaran de forma muy expedita y eficiente.

Del 5 al 21 de septiembre recibimos la visita del Superior general P. Mark Francis y del Administrador general H. Ángel González. Días más tarde se unieron, también, el Vicario general, P. Gervais Dumont y el Secretario general H. Roger Bou. Además de visitar la Región, celebraron sesiones como Consejo general. El día 22 de septiembre, en Macul, se reunió toda la comunidad viatoriana en Asamblea presidida por el Superior general y todos sus Consejeros. Se reflexionó y se compartieron en pequeños grupos y en plenario las esperanzas y miedos, los temores e ilusiones que tenemos ante nuestra próxima realidad de ser Provincia.

La presencia del Consejo general en pleno, significó un gran apoyo a la Comunidad. De esta forma la Congregación entera muestra su regocijo por la fuerza de esta Provincia que comienza a nacer.

Para finalizar su estadía en Chile, el día 24 de septiembre, el Superior general y su Consejo se reunieron en Puente Alto con el Superior regional y su Consejo para compartir inquietudes y establecer algunos criterios en vistas a los nuevos reglamentos para elegir al Superior provincial y su Consejo y fijar posibles fechas para este proceso.

El Superior general y los Consejeros que le acompañaron durante su visita dejaron una carta titulada “Él va delante de ustedes camino de Galilea” que fue leída y reflexionada personal y comunitariamente. En su animación en el camino a provincia el Superior general junto a sus consejeros dejó todo un programa:

“¡Viatores de Chile! Con toda la fuerza de la fe que compartimos no podemos menos que gritarles que los tiempos trascendentales que nos toca vivir y a cuyas exigencias hemos de responder, nos obligan a ponernos en el punto de partida de nuestra primera experiencia de discípulos, de retomar el amor primero y desde esa experiencia fundante que nos descubre la cercanía salvadora de Dios que nos impulsa por su Espíritu a comunicarla, a edificar todos juntos la realidad de una nueva Provincia viatoriana, la primera en América Latina y El Caribe. Es tarea de todos y cada uno; de todos, chilenos y españoles, es la paternidad; en cada corazón Viator, ha de anidar un plus de generosidad, de esfuerzo, de compromiso en las nuevas tareas, en las nuevas responsabilidades.”

“Y una responsabilidad que atañe a todos es la formación: dotarnos individual y comunitariamente de los medios y recursos humanos para mantener capacidad de respuesta a los nuevos desafíos: cambios sociales, culturales, eclesiales; exigencias profesionales, pastorales y organizativas; capacidad de liderazgo en la gestión de obras y en la animación de las personas. Además, en relación a la preparación del ministerio sacerdotal, la Región ha de dotarse de un programa de discernimiento y acompañamiento de futuros sacerdotes viatorianos. En definitiva saber adelantarse a los problemas, es decir ser en todo momento hombres/mujeres de nuestro hoy y de nuestro aquí.”

“Un campo que no podemos olvidar es el de la economía y finanzas. Sabemos que los bienes que Dios nos ha dado son la para la misión y para la atención de los Hermanos. Y también sabemos que todo trabajador merece su salario. La obra de Dios se apoya también en recursos humanos. La Región ha de seguir sustentándose desde sus propios operarios y desde una sana y racional administración mediante una gestión transparente, abierta y corresponsable, conservando la seguridad psicológica colectiva que nos facilita la alegría cristiana por la vida, la solidaridad urgida por nuestros destinatarios, la propia misión viatoriana. Aquí también parece imprescindible una mayor atención a la formación permanente y a un estilo de vida personal sencillo y pobre, como la gente con la que a menudo nos relacionamos.”

Después de la visita del Superior general y su Consejo a la Comunidad viatoriana, del 1 al 4 de octubre el Superior regional, Hermano Eduardo Millán, viajó a Colombia para asistir en Bogotá a la reunión convocada por el Superior general, P. Mark Francis en la que participaron también el Administrador general, los superiores provinciales y superiores de las fundaciones de América Latina y El Caribe. En este encuentro se formularon nuevas políticas de acercamiento e integración. Se creó un Consejo de superiores de las fundaciones y una Comisión de formación internacional para trabajar en propuestas viables para un noviciado común y estrategias en otras instancias de formación. Entre las decisiones que tomaron se encuentran las siguientes:

“Crear un Consejo Latinoamericano y del Caribe compuesto por los Superiores de las Fundaciones, con reuniones una vez al año, para:
• Velar por el cumplimiento de los medios propuestos
• Evaluar las diversas experiencias y
• Promover la integración.
Este Consejo nombrará como Presidente y Vicepresidente del mismo y por un mandato de tres años a dos de sus miembros. En caso de ausencia del Presidente (cambio o enfermedad) asumirá el cargo el Vicepresidente.
Se encomiendan a este Consejo, entre otras, las siguientes funciones:
A. Promover entre las Fundaciones el intercambio de viatores del siguiente modo:
• Períodos de tiempo suficiente para conocer y compartir las realidades de las distintas fundaciones.
• Períodos de tiempo de un año o más, para participar en la misión y de toda la vida Viatoriana.
B. Crear una comisión compuesta por tres miembros, en lo posible de diferentes fundaciones, para que en un año, a partir de esta fecha, presente al Consejo Latinoamericano y del Caribe, a los Consejos Provinciales, y al Consejo general, un estudio sobre la viabilidad de tener un noviciado común y otras posibles alternativas que favorezcan todo tipo de encuentros dentro del proceso formativo.
C. Animar a las fundaciones que no han comenzado la experiencia de los asociados para que inicien y soliciten todo tipo de información a aquellas fundaciones y provincias que tengan un camino recorrido en este sentido.
D. Organizar en el término de tres años, una reunión Latinoamericana con representantes de Asociados y Religiosos para compartir experiencias, evaluarlas y hacer propuestas de acción.”

Para confirmar la consolidación del trabajo apostólico regional como evangelizadores y portadores del carisma de Luis Querbes, del 5 al 22 de octubre el Superior provincial, P. Gregorio Eskibel y el Administrador provincial H. Luis Álvarez visitaron la Comunidad. Los Hermanos y Hermanas pudieron compartir personalmente con ellos. Dejaron una carta estimulante que fue acogida con agradecimiento y se dialogó posteriormente sobre su contenido en todas las comunidades. En sus palabras finales manifestaban su esperanza, ilusión y alegría por el futuro como Provincia:

“Sólo nos queda decirles que nos sentimos muy orgullosos de ustedes, viatores de la Región de Chile, y que miramos con esperanza, ilusión y alegría su futuro como Provincia. Este importante momento histórico que ustedes están viviendo no hay duda que les obligará a replantear el funcionamiento que hasta el presente han llevado como Región. Han de asumir el futuro con plena decisión siendo corresponsables en todo. Y en este paso trascendental hacia el futuro autonómico de Chile como Provincia preocúpense especialmente de las vocaciones presentes y futuras, y vean la manera mejor de reestructurar los períodos de formación inicial para que todo viator chileno pueda responder con la adecuada preparación a los nuevos retos y desafíos que la sociedad les vaya planteando.”

Después de un tiempo de reflexión y de búsqueda, animados por la Dirección general, por la Dirección provincial y confiados en Dios y la generosidad de los hermanos, la Región se decidió a establecer una comunidad en Popoy (Valle de Sud Yungas a 300 kms. de La Paz, Vicariato Apostólico de Reyes, Bolivia). Los PP. Redentoristas administran el Vicariato de Reyes, que abarca 60.000 Kms2 con 130.000 habitantes, diseminados en pequeñas comunidades, de diversas culturas. La obra de Popoy cuenta con una parroquia, escuela e internado, cuya titularidad la tiene el Vicariato.

El 2 de junio, vísperas de Pentecostés, se tuvo un encuentro regional para celebrar el envío de los HH. José Antonio Izaga y del P. Luis Trigueros a la nueva misión: se celebró la Eucaristía, en la que hubo signos alusivos a la nueva inserción. Posteriormente se compartió el almuerzo en un ambiente festivo, alegre y fraterno. Esta fecha histórica quedó grabada para siempre en los corazones de todos los viatores chilenos. La generosidad de los primeros enviados es un testimonio de amor a la Iglesia y a la Congregación, especialmente en el trabajo misionero entre los más pobres de nuestro pueblo latinoamericano.

Partieron a la ciudad de La Paz el día 15 de junio. Fueron recibidos fraternalmente en la casa de los Padres Redentoristas, que está a disposición del Vicariato y el 15 de noviembre del 2001, los hermanos asumieron toda la obra, la Parroquia con sus cinco capillas, la representación y asesoría de los colegios de los alrededores, pertenecientes a las Escuelas de Cristo y del Internado, que atiende jóvenes necesitados, hombres y mujeres, que viven lejos de centros educacionales.

De este modo, los hijos del P. Luis Querbes acogen, una vez más, desde su pobreza, la invitación de la Iglesia a anunciar el Evangelio, y a crecer y desarrollarse responsablemente. Con un corazón generoso cruzan fronteras inimaginables sólo con la ayuda de Dios y de los Hermanos.

UNA ESPERANZA: REGIÓN DE CHILE ( 7 )

(1981- 1989). En la década de los 80 en América Latina se va ahondando la brecha entre ricos y pobres. Las grandes deudas contraídas en los años 70, se convierten en cargas insoportables. La planificada alza de intereses ha significado una sangría interminable, que se traduce en menos pan, más enfermedad y muerte para las mayorías empobrecidas. A esto se añade la baja en los precios de materias primas de los productos latinoamericanos.

Los obispos chilenos hacen un llamado a toda la Iglesia a concentrar sus esfuerzos en torno a los jóvenes, la familia, las comunidades eclesiales de Base, la educación, la pastoral de multitudes y los sectores populares y marginales.

En Chile el desempleo es un fenómeno masivo: se aproxima a una cuarta parte de la población activa. Desde los comienzos de los 80 hay una pérdida del sustento del régimen y un fuerte movimiento social proretorno de la democracia. En 1988 el general Pinochet pierde el referéndum y en diciembre de 1989, tras dieciséis años de gobierno militar, se realizan las primeras elecciones democráticas. Patricio Aylwin es elegido Presidente.

La Iglesia se constituye en el referente de mayor prestigio entre las organizaciones sociales del país. El rol jugado por ella en la defensa de los derechos humanos y en favorecer la democracia le hacen gozar de un merecido prestigio.

Al interior de la Iglesia, en el inicio del proceso nacional de transición a la democracia, existe la necesidad de implementar un período en que la Jerarquía presiona para que sacerdotes y religiosos se retiren de su rol protagónico y dejen paso a la responsabilidad de los laicos, especialmente en la política partidista

A partir de 1980, ocurren una serie de acontecimientos que son expresión del proceso de consolidación de la Congregación tanto en el mundo como en nuestro país. No sólo en Chile se enraizaba la Comunidad Viatoriana, sino también en otras fundaciones tanto en América Latina, Asia y África.

En 1980 se celebran los 25 años en Costa de Marfil (África), desde la llegada del Hermano Roger Viargues a Bouaké. En 1981 se conmemoran las bodas de oro de la llegada de los viatores al Extremo Oriente. La presencia viatoriana en China había durado 22 años, hasta el 29 de septiembre de 1953. Esta misión había llegado a contar con 20 religiosos. Algunos de ellos trabajan ahora en Taiwán o en Japón. En 1982 celebran los 30 años del colegio de Rakusei (Kyoto).

También la Provincia de Chicago celebraba en 1982 su Centenario como Provincia. Los Clérigos de San Viator habían llegado a Estados Unidos el 31 de enero de 1842, enviados por el P. Luis Querbes, pero ese primer intento sólo duró cinco años. En 1865 se hace otro intento, esta vez desde Canadá, a petición del párroco de Bourbonnais (Chicago), que había ido personalmente a Joliette a pedir al P. Champagneur un sacerdote y dos hermanos para su iglesia y su escuela. El 6 de noviembre de 1882 ya eran Provincia independiente, aunque sólo contaban con 12 religiosos. Hasta 1930 no habían pasado de 70 religiosos pero entre 1930 y 1965 aumentaron rápidamente, hasta su cima numérica más alta, de 240.

En 1982 se conmemora el 25 aniversario de la presencia de los viatores en Chile, que cuenta en ese momento con 22 religiosos. En 1985 sería el turno de las bodas de plata del Perú, que dio ocasión para una semana de encuentro entre las Fundaciones viatorianas del continente, presidida por el Superior general, P. Jacques Berthelet.

También, para nuestra historia, cabe recordar que en 1985 falleció en Treize-Pierres (Francia), el P. Michel Sudres a los 88 años de edad. Su larga historia, desde su ingreso en el Juniorado de Zarauz (España) en 1909 y luego como Superior provincial de Rodez y Vourles, o sus 19 años en la Dirección general, diez de ellos como Superior general, estuvo muy vinculado a la provincia de España y a la Fundación de Chile. Había participado como padre conciliar en el Concilio Vaticano II.

Por otra parte, el P. Thomas Langenfeld, Superior general, el 21 de octubre de 1980, con motivo de la fiesta de San Viator y la proximidad del 150 aniversario de la fundación de la Congregación invitaba a todos los religiosos a reflexionar sobre nuestra misión:

“Al acercarnos al 150 aniversario de la fundación de los Clérigos de San Viator, podemos de nuevo reflexionar sobre el proyecto que debió imaginar el Padre Querbes: un grupo de hombres comprometidos con el Evangelio de Cristo y portadores de la Buena Nueva a los demás, sacerdotes y hermanos colaborando en distintos apostolados y respondiendo a las necesidades de los hombres y mujeres de su alrededor. El proyecto de un grupo de hermanos y sacerdotes estrechamente vinculados en unidad y amor cristiano, en mutua confianza y respeto, completamente decididos a “anunciar a Jesucristo y su Evangelio, suscitar comunidades en las que se viva, se profundice y se celebre la fe…”.

Por este motivo, se pidió a la comunidad del Seminario de Puente Alto que se constituyera en Comisión para la organización de actividades en la Delegación.

La Comisión encargada trabajó arduamente, sobre todo, elaborando material tanto de animación litúrgica como de material propagandístico. Se publicó un boletín de informaciones de la Congregación y en particular de las actividades en Chile. Se publicaron las vidas del P. Luis Querbes y San Viator dirigida a los niños y a través de una estampa de San Viator se propagó una oración para orar por el aumento de las vocaciones viatorianas. Además se divulgó un tríptico, con las imágenes de la Virgen y San Viator acompañados por los ángeles, a modo de altar familiar, que se entregó preferentemente a los alumnos de los colegios para incentivar el amor a la Congregación y de manera especial a nuestro fundador y San Viator. Así queda expresado en el informe de la Delegación de 1981:

“Es de destacar el esfuerzo que se ha hecho, a todos los niveles, por tomar mayor conciencia de la misión de los Clérigos de San Viator y por darla a conocer a través de diversas publicaciones: hoja informativa mensual, pequeña vida de San Viator, pegatinas, insignias, estampas… También se hicieron siete estatuas que bendijo el P. Superior general y que se repartieron por las diversas obras.”

“Entre los animadores de todo este movimiento cabe destacar la comisión designada en el Capítulo regional de Punta de Tralca que en forma incansable llevó adelante una campaña sostenida”.

En el marco de esta celebración a nivel de la Delegación se organizó la primera Viatoriada que reunió a representantes de toda la comunidad escolar compuesta por los diversos centros que dirige la Congregación. Se efectuó en Viña del Mar. Durante tres días se desarrollaron actividades deportivas, religiosas y culturales.

El balance fue muy positivo y el trabajo mancomunado de todos los Hermanos fue notable. El impacto causado lo expresaba el periódico El Mercurio de Valparaíso:

“Con un concurso sobre la vida y obra del fundador de la Congregación de los Clérigos de San Viator, R.P. Luis Querbes y una ceremonia que se cumplirá a las 11 horas, culminarán hoy las actividades de la “Viatoriada 1981”, organizada con motivo de los 150 años de esta Congregación y que se desarrolló desde el sábado pasado en Viña del Mar.”

“Centro principal de las actividades consultadas en un extenso programa, ha sido el Liceo Parroquial San Antonio, donde se han concentrado además representaciones de los otros dos establecimientos de educación que dicha Congregación mantiene en Chile y que se encuentran en Ovalle y Puente Alto.”

“Durante el día de ayer hubo finales en los campeonatos de cross-country, fútbol, básquetbol, ajedrez, tenis de mesa, baby fútbol y juegos de salón para efectuarse durante la tarde un recorrido por la bahía de Valparaíso.”

“A las 19 horas fue oficiada una misa en la Iglesia de San Antonio y en la noche, una fiesta de convivencia entre los participantes, alumnos, profesores, apoderados y amigos de los colegios y la Congregación de los Viatores.”

El centro espiritual del año Centenario de la Congregación había sido Cap- Rouge, en Canadá. Durante el mes de julio de 1981 fueron concentrados en un Congreso los delegados viatorianos de todas las provincias y misiones. La Comunidad chilena envió al P. Amador Angulo como su representante. Se trataba de mirar y reflexionar sobre lo que los recientes estudios sobre Misión decían a la Congregación, especialmente en la perspectiva de la opción por los pobres y marginados.

Sin embargo, las conclusiones de este congreso publicados por el Consejo General extraordinario en el documento “Declaración de Cap-Rouge” no tuvieron el impacto esperado:

“De igual manera podemos hablar de Cap-Rouge. En Chile una vigencia y trascendencia relativa. Digo relativa no sé si es consecuencia de los tiempos. Muchas veces estamos llenos de documentos que necesitan un tiempo para asimilarlos, desmenuzarlos, para asumirlos… Por otra parte el documento y la Declaración del Consejo General Extraordinario, por diversas circunstancias, nos parecieron gestaciones de laboratorio. Su contenido pudo ser novedoso, llamativo,… pero a los que estábamos viviendo, de alguna forma, esa opción por los pobres nos sonó a bomba de humo. El Evangelio y el servicio a los pobres es el sentido de nuestra estancia en América Latina. El programa de acción nos pareció destinado a otros países donde, tal vez, sea necesario informarse, sensibilizarse, ver…a los pobres. Parece un programa para el Cuarto Mundo.”

“Sin embargo, Cap-Rouge, es para nosotros una afirmación. Es un amanecer nuevo en la Congregación que nos anima a continuar en la línea trazada. Tiene valor intrínseco que hay que redescubrir y estudiar. Su eco no ha sido suficiente, al menos, para revisar nuestras inserciones y forma de vivir, hoy, en América Latina.”

Quizá lo más relevante para la Misión en el trienio 1981-1983 fue el gran despertar por el compromiso hacia la pastoral vocacional y la formación inicial que continuó siendo un centro de atención prioritaria por parte de todos los religiosos.

El P. Amador Angulo, Superior delegado, con su Consejo, había puesto como prioritario la pastoral vocacional. Así escribía:

“Las vocaciones jóvenes y futuras cuestionan a las comunidades cerradas sobre sí mismas, que no tienen otro contacto con el medio profesional.”

“La tendencia, hoy, se encamina a que toda la comunidad suscite y acompañe las vocaciones a partir de la vocación bautismal. También es claro que aquella comunidad que no tiene capacidad de acogida y de recepción, que no reciba vocaciones.”

“Una comunidad que responda a la dinámica señalada, además de ser signo, testimonio, expresión de vida y experiencia de Dios, se convierte en lugar extenso y poder portentoso de convocatoria. Hay que destacar la urgencia del testimonio, como lo más necesario y eficaz. Un testimonio que ha de distinguirse por sus dos aspectos esenciales: debe ser comunitario y misionero. Sin ellos, ni se entendería ni sería tal testimonio. Aspectos que fácilmente son captados por los jóvenes, cuando se dan entre nosotros, porque son el signo “eclesial” definitivo y primero.”

“Inútil añadir más subrayados… En todo caso, una nota final de estilo: que sea un testimonio alegre… Hemos ahuyentado a muchos jóvenes con nuestras caras largas aún siendo religiosos sinceros y cumplidores. Pero todo eso no cuadraba con la eterna novedad y juventud del Resucitado, del que somos testigos, signos y mensajeros con el gozo de la Pascua, del “Paso”, fuente de vida y juventud perenne, con el mensaje de las Bienaventuranzas, rubricado con nuestra entrega y nuestras vidas. ¡Vale la pena transparentarlos y comunicarlos!”

“Una vida comunitaria, en la línea descrita siempre es atrayente y encuentra seguidores.”

Impulsada por estas recomendaciones, la Comisión de vocaciones y formación se reunió en las vacaciones de invierno de 1979 y determinó para el segundo semestre del mismo año, elaborar un calendario de actividades apostólicas, formar grupos de acompañamiento con alumnos a partir de jornadas espirituales, realizar jornadas vocacionales con alumnos y apoderados, continuar la línea sacramental en el ámbito colegial y parroquial, y continuar el apoyo y animación en los círculos juveniles.

En las comisiones de Pastoral y Formación tuvo muy buena acogida la idea de dar forma a un movimiento juvenil viatoriano con identidad propia, orientado en una línea vocacional cristiana bautismal otorgándole un matiz que aún exteriormente se identificara perfectamente con un sello propio. Se pensaba en un nombre. Se hablaba de JUVI (Juventud viatoriana), consignas…toda la comunidad quedó invitada a reflexionar sobre esta iniciativa y ver cómo se podrían concretar sus objetivos, sus requisitos para pertenecer al movimiento…etc. De estos grupos surgirían alumnos más comprometidos con la Congregación, serían los vocacionables.

Ese mismo año, el Superior delegado y su Consejo, invitaron a los religiosos que lo desearan a un cursillo que impartían especialistas y sicólogos de Conferre (Conferencia de religiosos) sobre la pastoral vocacional. Se efectuó en Santiago y trató sobre los requisitos de los jóvenes que aspiran a la vida religiosa. Asistieron la mayoría de los religiosos que estaban trabajando de manera especial más cercanos a los jóvenes.

La voz de los pastores de América Latina y Caribe reunidos recientemente en Puebla, animaban en el mismo sentido:

“El período juvenil es período privilegiado, aunque no único, para la opción vocacional. Por ello, toda pastoral juvenil debe ser al mismo tiempo pastoral vocacional. Hay que reactivar una intensa acción pastoral que partiendo de la vocación cristiana en general, de una pastoral juvenil entusiasta, dé a la Iglesia los servidores que necesita.”

Cabe señalar que a finales de 1980 concluían última etapa de Postulantado, en Puente Alto, para iniciarse como novicios, los jóvenes Claudio Ríos Saavedra y Patricio Bravo Angellotti, ambos de Viña del Mar y ex – alumnos del Liceo Parroquial San Antonio. Habían tenido un acompañamiento personalizado en su discernimiento vocacional con el P. Valentín Izar de la Fuente, uno de los más fervientes apóstoles de esta pastoral juvenil.

Durante su Postulantado tuvieron como formador al P. Amador Angulo y en su proceso formativo recibieron cursos de Pedagogía en Religión en la Universidad Católica de Chile. Concluyeron, por otra parte, un curso de dos años que les capacitó como catequistas. Comunitariamente se insertaron en el ritmo normal de la comunidad religiosa. Desde el punto de vista apostólico y experiencial daban algunas horas de clases de Religión en la escuela Industrial “Las Nieves”, animaban las liturgias y formaron un coro de niños. Tuvieron una participación muy apreciada por los vecinos del barrio donde estaba inserto el seminario, animando a niños y adultos a celebrar con estilo misionero el Mes de María. Además, todo el mes de enero, junto a estudiantes de la Universidad Católica de Chile participaron activamente en la misión popular organizada por la Vicaría de Pastoral Universitaria. Se intentaba así dar una formación seria y adecuada a las circunstancias, pues todo era nuevo y no se contaba con la experiencia formativa.

El inicio del noviciado de estos jóvenes fue muy sencillo y emotivo. Todos los religiosos de Puente Alto se congregaron para celebrar con mucha alegría el inicio de la siguiente etapa formativa. Serán los primeros novicios que culminarían su formación en Chile emitiendo más tarde sus votos en medio de la comunidad que los acogió. Fue designado el primer maestro de Novicios. Esta grave responsabilidad fue encomendada al P. Amador Angulo.

Así queda ilustrada en el diario de vida del Noviciado de 1981:

“Miércoles 25 de marzo: Anunciación de María. Dentro de la celebración Eucarística, en un rito sencillo, cuyos signos principales fueron el alba, la Biblia y las Constituciones son admitidos en el noviciado Claudio Ríos y Patricio Bravo.”

“La Misa se inició a las seis de la tarde con la participación de toda la comunidad de las Nieves, cinco religiosos de la comunidad de Viña, el P. Saturnino López de Ovalle y las familias completas de los novicios. Después de un cóctel de amistad despedimos a cuantos nos honraron con su presencia. En la práctica fue una inauguración de la capilla que cobijó la cifra record de 25 personas.”

Por estas fechas, el Superior general, P. Thomas Langenfeld tenía mucho interés en visitar la Misión chilena. Para alegría de todos, a fines de agosto de 1981, realizó la anhelada visita canónica en compañía de su consejero el P. José Antonio Lezama. En un ambiente de total apertura y sencillez pudieron compartir con los Hermanos, en los breves días de su permanencia. En la carta informe de su visita enviada a los religiosos de la misión entregó pautas concretas, y en las sugerencias que dejó, animaba, una vez más, a profundizar en una pastoral vocacional seria y responsable. Igualmente invitaba a tener programas de formación adaptados a la cultura del país:

“En el momento presente, tanto en Chile como en todo el resto de la América Latina existe para las congregaciones religiosas una gran posibilidad de próximo futuro desarrollo. Los Clérigos de San Viator no sois ajenos a este movimiento hacia un futuro esperanzador, como lo prueba el hecho de que la preocupación por las vocaciones ha sido la constante más fuerte en todas las reuniones comunitarias.”

“La presente situación de la Congregación exige de nosotros una acción clara y total en este aspecto de las vocaciones, pero la dedicación a las vocaciones y a la formación no es cosa que pueda hacerse a tiempo parcial. Por eso instamos fuertemente a que entre la Provincia de España y la Delegación de Chile se tenga un diálogo en profundidad con el fin de dar con las personas que puedan realizar eficazmente este trabajo.”

“Respecto a los programas de formación o vocaciones que deben desarrollarse, podrán comenzar a partir de los programas de España, pero deberán ser adaptados liberalmente a la cultura y condiciones particulares de Chile. Creemos que este es, hoy, el trabajo más urgente de los Clérigos de San Viator en Chile.”

“El asunto de la casa de acogida (una o varias) de la que hemos oído hablar en algunas comunidades, debe ser estudiado conforme a una planificación de este trabajo y realizado por el responsable de las vocaciones – quizá el de formación – juntamente con el Consejo Regional. No obstante, pensamos que, por ahora, es prematuro dar pasos en este sentido antes de desarrollar un verdadero programa de acción vocacional.”

Más adelante agregaba:

“Que el entusiasmo despertado en todos los Clérigos de San Viator con ocasión de nuestro ciento cincuenta aniversario sea el punto de arranque para esta nueva provincia nuestra, y que el Señor, por mediación del P. Querbes, de San Viator y de la Santísima Virgen, bendiga todas vuestras empresas.”

En diciembre de 1981 el promedio de edad de los religiosos es de 47.65 años. El 34.7% pasa los 50 años. El 39% de los religiosos está entre los 40 y 50 años. Estas cifras también decían algo a los religiosos, que sin caer en una pastoral vocacional desesperada, les sugiere por sí solas, pistas de acción. Ven claro la necesidad de dedicar una persona cualificada a esta pastoral y se piensa seriamente en la conveniencia de una residencia en el centro de Santiago con esta finalidad, para atender a aquellos jóvenes con inquietud. Se habla de una casa como pre-postulantado y al mismo tiempo pudiera servir como residencia adecuada para los religiosos que, por razones de trámites académicos u otros vienen de Viña del Mar o de Ovalle e incluso del mismo Puente Alto.

Con todos estos antecedentes y sugerencias la Comisión de vocaciones y formación se propuso como objetivos prioritarios: fomentar la pastoral juvenil, intensificar la oración comunitaria por las vocaciones, y abrir las comunidades religiosas a los jóvenes.

Y entre los medios que emplearán se encuentran las jornadas mensuales en dos de las obras y bimensual a nivel de Delegación, visitas y promoción vocacional en colegios estatales, campamentos vocacionales, participación en seminarios y talleres de clara orientación vocacional y en el Departamento vocacional de Conferre. Además, la elaboración y edición de material vocacional escrito.

La Comisión de vocaciones y formación invitó a todos los religiosos y comunidades a seguir buscando con creatividad nuevas alternativas para ofrecer a los jóvenes formas concretas de canalizar sus inquietudes y, sin ánimos de marginar a nadie de la atención, privilegiar el trabajo juvenil con acompañamiento personal y grupal programado.

Ya se habían comenzado a realizar las jornadas vocacionales en el remozado Seminario de Puente Alto. Asistían jóvenes de Ovalle, Viña del Mar, Puente Alto. Era tanta la actividad que el mismo Seminario puentealtino se hizo pequeño y como consecuencia trajo ciertos problemas de interferencias en los programas y en el ritmo propios de la casa de formación. La comunidad formativa consideró urgente construir salas independientes que pudieran servir para acoger a tantos jóvenes.

Así, la Delegación comenzó a elaborar un programa concreto y sistemático de seguimiento vocacional. Los frutos de la pastoral activa y bien estructurada comenzaron a verse. Ante la cantidad de jóvenes que llamaban las puertas de las comunidades por iniciar un proceso de discernimiento vocacional se hizo necesario establecer un programa de formación inicial, es decir, para el postulantado, noviciado y escolasticado y disponer de religiosos dedicados a ella capaces de renuncias, muchas veces personales, por el bien de la Congregación.

Fruto del trabajo vocacional se vio la urgente necesidad de contar con una casa para el Postulantado distinta a la del noviciado. Después de probar diversas experiencias y buscar diversas alternativas. Se consideró que lo más adecuado era construir una casa en un terreno cercano a los centros universitarios de Santiago. Es así como en 1985, en la comuna de La Florida, en Santiago, una comunidad de religiosos acogía a 7 postulantes. Muy pronto la comunidad y los formandos se insertaron en el corazón de la comunidad cristiana parroquial como un servicio viatoriano muy valioso en las capillas y colegios de la zona.

En febrero de 1981 se daba un acontecimiento que iba a marcar la historia de la Provincia. El Superior general, P. Thomas Langenfeld, viajaba a España para presidir y preparar las elecciones provinciales. Para la Dirección general supuso hacer un ajuste en el Consejo general pues el P. José María Legarreta, consejero general, figuraba como el principal candidato. Esto motivó a que el P. José María presentara su dimisión para estar a disposición de lo que la Provincia le pedía. Era algo inédito en la Congregación. El Capítulo Provincial, el 22 de marzo de 1981 elegía para cuatro años al P. José María Legarreta como Superior provincial.

Concluía así su provincialato el P. José Luis Ezcurra quien se había despedido por última vez de Chile el 7 de septiembre de 1980. Su visita pastoral tuvo como principal motivo ofrecer a los religiosos la oportunidad de conversar personalmente con él y, de paso, reflexionar con los responsables y en comunidades sobre las obras y necesidades principales para un futuro próximo.

El P. José Luis Ezcurra saca como conclusión de su última visita pastoral que la Provincia debía ser más consciente de la hermosa labor que los Hermanos realizan en Chile y se debía apoyar esta Misión con la oración, aporte en personas y con una correspondencia epistolar más frecuente. Aunque estaba convencido de que siempre había existido una inquietud por la pastoral vocacional, piensa potenciarla con la dedicación de un religioso a esta labor. Hizo hincapié en que los Hermanos realicen un esfuerzo mayor de adaptación al país de adopción, pues a pesar de los muchos lazos de toda índole, los Hermanos españoles son diferentes.

La comunidad viatoriana quedó muy agradecida del esfuerzo del saliente Superior provincial por animar la Delegación y su disponibilidad por atender con tanto cariño y acierto las personas y obras que le fueron confiadas como primer pastor de la joven fundación chilena.

Como era de esperar y los Hermanos lo demandaban, para el 5 de abril de 1982 proyecta su primera visita pastoral el P. José María Legarreta a la Delegación de Chile. Con una apretada agenda permaneció durante veinte días visitando las obras, poniéndose al corriente de todo y animando a las comunidades. Comienza su actividad con la comunidad de la Escuela Industrial “Las Nieves” de Puente Alto, continuando con Viña del Mar. Más tarde se dirigió a Ovalle coincidiendo con la ordenación diaconal del Hermano Gerardo Soto celebración que tuvo un marcado carácter vocacional. Finalizó su periplo en “La Parcela” de Puente Alto, residencia del Superior delegado.

El día antes de partir a España se reunió con todos los viatores del país a modo de despedida y para tratar asuntos que concernían a toda la Misión. Expuso una visión panorámica de lo observado en su visita y compartió algunas recomendaciones muy precisas para el bien del estado de la Congregación. Así lo recuerda el P. Amador Angulo, Superior delegado:

“El Padre Provincial terminó su intervención el 24 de abril “felicitándose de que los religiosos de Chile tenemos oportunidad de participar activamente en dos campos muy viatorianos: los jóvenes y los pobres”. Expresó también en otra oportunidad la ausencia en la Delegación de organizaciones juveniles. Sería muy conveniente cuestionarnos sobre este punto, evaluar lo que hacemos y ver con los medios que tenemos, qué podemos hacer unidos colegio- parroquia, partiendo de los que tenemos: Juvi, grupos de confirmación, coros juveniles, grupo vocacional… Nuestro futuro como Delegación dependerá de lo que hagamos en este campo. Es importante no perder de vista las prioridades que como viatores y Delegación nos hemos propuesto.”

“También hemos escuchado que se puede pasar por América sin enterarse de que hay pobres. Nosotros podemos trabajar tranquilamente en el colegio y en la parroquia sin darnos cuenta de su existencia”.

1982 queda señalado por la celebración del vigésimo quinto aniversario de la llegada de los primeros Clérigos de San Viator a Viña del Mar. Por tal motivo, la comunidad viatoriana chilena se dispone a organizar diversos actos conmemorativos. Se solicitó a la comunidad de Viña del Mar se constituyera en comisión rectora de estas celebraciones.

Por otra parte, el Colegio San Viator de Ovalle, después del éxito obtenido en Viña del Mar, se encargó de planificar y ser anfitrión en la segunda Viatoriada en la que participaron los tres colegios y la Parroquia El Divino Salvador. Fue un gran evento. Toda la comunidad ovallina acogió, con la generosa hospitalidad que la caracteriza, a más de 250 personas, entre profesores, alumnos, padres, apoderados de Viña del Mar y Puente Alto. Fueron tres días llenos de confraternización y sana competencia.

Así dejó constancia el diario local, La Provincia:

“Como adelantábamos en el día de ayer, el acto público de la noche de ayer en la Plaza de Armas, fue un verdadero broche de oro para la VIATORIADA 82, que organizara el Colegio San Viator. El acto en el que participaran no solo las delegaciones de los colegios viatores de Puente Alto, Viña del Mar y Ovalle, sino además delegaciones de diversos colegios de la ciudad y de Valparaíso, fue presenciado por una verdadera muchedumbre que alrededor de las 20.00 Horas colmó el sector de Vicuña Mackenna frente a la Plaza de Armas.”

“En el breve y sencillo acto, que contó con la presencia de los máximos directores de los Colegios viatorianos del país, de autoridades locales invitadas, e invitados especiales, destacó la actuación de la Academia de Danzas de la señora Ángela Lancellotti. Las pequeñas bailarinas hicieron una demostración danzas típicas de España como un homenaje al Día de la Hispanidad que se celebra hoy en toda América.”

“Pero lo que despertó la admiración de los asistentes fue la presentación de la Banda de Guerra del Colegio San Antonio de Viña del Mar, que encabezó el desfile de las delegaciones clausurando el acto. Alrededor de 50 jóvenes estudiantes que mostraron una disciplina y sincronización en sus evoluciones que despertaron la admiración del público. Como un hecho anecdótico se podría contar que para empezar el desfile, en ausencia de una autoridad uniformada, dio la autorización la Alcaldesa Subrogante, abogado María Inés Núñez.”

“Una vez concluido el acto en la Plaza de Armas, las delegaciones desfilaron por las principales calles de la ciudad hasta el Colegio San Viator, encabezados por la espectacular Banda de Guerra del Colegio San Antonio. A su paso como en la canción de Chico Bórquez, la gente salía a observarla y aplaudir con entusiasmo.”

“Una vez en el colegio, los organizadores procedieron a clausurar la VIATORIADA 82, que durante tres días reunió a los colegios de Ovalle, Puente Alto y Viña del Mar, con un breve acto. Enseguida todos los participantes se reunieron en una cena de convivencia para después los visitantes regresar de inmediato a sus ciudades de origen después de vivir tres jornadas realmente inolvidables.”

Otra actividad, no menos relevante en estas fechas, fue la celebración íntima de todas las comunidades religiosas, el día 13 de noviembre en Puente Alto. Una vez congregados, todos los Hermanos se distribuyeron en diferentes comisiones para reflexionar y proyectar con su trabajo el crecimiento de la Delegación en todos sus aspectos. A mediodía, se hizo un recuerdo muy especial de la llegada de los Clérigos de San Viator y se rindió un homenaje al P. Saturnino San Martín, fundador y gran protagonista de los acontecimientos viatorianos en el país. Se disfrutó de un almuerzo campestre donde reinó la alegría y la fraternidad. Luego hubo discursos de agradecimiento y obsequio de un Diploma conmemorativo que la Delegación ofrecía al P. Saturnino en agradecimiento por sus veinticinco años al servicio y entrega incondicional a la obra viatoriana. Finalizó la jornada con la celebración Eucarística.

Las actividades conmemorativas culminarían en abril de 1983 con una gran convocatoria a todos los amigos y conocedores de la obra viatoriana, a trascendentales y emotivas celebraciones litúrgicas en Viña del Mar, los días 8, 9 y 10 de abril presididas por el Superior provincial, P. José María Legarreta y su Consejero y Administrador provincial Hermano Basilio Álvarez. Se invitó en esta ocasión a representantes de las fundaciones de América Latina y el Caribe. El Programa de invitación decía así:

“Jueves 7 de abril: 16.00 a 19.00 Horas: Tarde de Oración. Local Parroquia de San Antonio de Viña del Mar.
Viernes 8 de abril: Admisión de Postulantes, primeras promesas religiosas de Claudio Ríos y Patricio Bravo. 18.00 Horas. Bodas de oro de vida religiosa del P. Valentín. Local: Parroquia San Antonio.
Sábado 9 de abril: 17.30 Horas. Ordenación Sacerdotal del Hermano Gerardo Soto. Local: Parroquia San Antonio.
Domingo 10 de abril. 12.30: Primera Misa del P. Gerardo Soto en la Parroquia de San Antonio. Presiden las celebraciones el P. Provincial de España, P. José María Legarreta y el administrador Provincial Hermano Basilio Álvarez. Presidentes de honor: el Nuncio en Chile Mons. Angelo Sodano, el Obispo de Valparaíso Mons. Emilio Tagle y Mons. Félix Ruiz de Escudero. Asistentes e invitados de honor Hermanos representantes de Colombia, Perú y Haití.”

El desarrollo de estas actividades causó un gran impacto en la iglesia local. Los feligreses y amigos acudían a vivir emocionados y con mucho fervor estos acontecimientos en un templo que, cada día de celebración, se hacía más pequeño. El periódico El Mercurio de Valparaíso se expresaba en estos términos:

“Con una de las ceremonias de significación más profunda dentro de la Iglesia Católica, como es la ordenación de un sacerdote, continuará desarrollándose hoy el programa elaborado por la Superioridad de la Congregación de los Clérigos de San Viator, con motivo de cumplirse 25 años de su llegada a Chile.”

“Su ordenación sacerdotal contará con la presencia del Nuncio Apostólico Monseñor Ángelo Sodano, y el Obispo de Valparaíso, Monseñor Emilio Tagle Covarrubias. Asistirán también el párroco, Monseñor Félix Ruiz de Escudero, los vicarios René Pienoví Masafierro y Carlos Valdés, los Clérigos de San Viator y sacerdotes de la diócesis. Pero además, concurrirán el superior provincial con sede en Madrid, el ecónomo provincial que igualmente viene de la capital hispana y miembros de la Congregación de las casa de Colombia, Perú, Haití y Canadá.”

Al día siguiente la Comunidad y los Hermanos invitados de las fundaciones de América Latina y del Caribe, se reunían en Granizo en el Refugio San Viator. Se realizó un encuentro, un intercambio de experiencias, métodos, resultados y actividades vocacionales. Se advirtió que en las jóvenes fundaciones había un resurgimiento vocacional, y un gran deseo en todos los religiosos por trabajar en este aspecto.

Esta década fue de mucho fruto en el apostolado y además con apoyo muy agradecido hacia Provincia pues la comunidad chilena se vio enriquecida con la llegada valiosos refuerzos desde España en los Hermanos Liberto Vázquez, Julián Moro, José Gómez, Ángel Murguía, José Luis Hernández, Luis Trigueros y el P. Txomin Lezama quienes llegaban por estas tierras cargados de muchas ilusiones para servir al proyecto viatoriano chileno.

La fecundidad del apostolado educacional se manifestó en estos años por la gran demanda de matrículas en las escuelas y en el desarrollo de muchas actividades, atendiendo a las orientaciones de los obispos, tales como, cursos de catequesis que se han dado en Ovalle a profesores rurales culminando con entrega de diplomas que les acreditó como profesores de religión, cursos que luego se propagaron a Viña del Mar y Puente Alto; las escuelas de padres en los tres colegios; diferentes grupos y comunidades juveniles de inspiración cristiana viatoriana, el movimiento Scout, la catequesis sistemática colegial, una particular atención a los agentes de la misma: profesores, catequistas…; la puesta en marcha del Departamento de Pastoral en los colegios; una mayor sensibilización y trabajo integrado a la pastoral de conjunto y a la Iglesia local. Se intensificaron las actividades a un nivel extra-colegial: grupos Eje, Escoge, tardes mensuales de oración, misiones en vacaciones de verano, retiros, grupos de confirmación. El Refugio San Viator de Granizo, por ser el único en la diócesis en plan de descanso y soledad, es un aporte muy valioso y solicitado por diferentes colegios y parroquias.

Todo esto demuestra que está más vivo y es más actual que nunca el carisma de la Comunidad viatoriana dedicado a la educación cristiana de los jóvenes, especialmente de aquellos que se encuentran en mayor dificultad.

Junto a la riqueza de su apostolado, la Delegación viatoriana en el caminar de sus 25 años, en un proceso natural se va estructurando como una organización paralela a la Provincia. Las necesidades de una sana administración demandan que se oficialicen la comisión de Formación, Estudios y Espiritualidad, la de Economía y Finazas y la de Pastoral. También se formalizan las subcomisiones de Escuela Católica y Vocaciones. Por otra parte se inician serios estudios y reflexiones respecto de los Reglamentos Particulares de la Delegación que serán aprobados definitivamente por la Dirección provincial y la Dirección general.

Una decisión muy significativa y trascendente, por parte del Consejo de la delegación, en febrero de 1983, es la designación del P. José María Zorrilla como responsable de iniciar la incorporación de Asociados en la Comunidad Viatoriana chilena impulsada por el Capítulo general de 1978. Se abre de esta manera un nuevo capítulo en nuestra historia.

Fue una idea original del P. Luis Querbes fundar una asociación compuesta a la vez de religiosos y seglares, solteros y casados.

Nuestra Congregación desde su fundación ha experimentado diversas formas de incorporación: “Donados”, Bienhechores, Oblatos de San Viator y las instancias actuales subrayan la conveniencia- e incluso la necesidad- de esta colaboración con otros miembros del Pueblo de Dios.

El mismo Capítulo general juzgó que era oportuno reconocer en nuestra Constitución la posibilidad de la Asociación de no-religiosos a la Congregación en estos términos:

“De acuerdo con una idea entrañable a nuestro Fundador, la Congregación acepta asociar otras personas que quieran participar de nuestra misión, de nuestra vida espiritual y de nuestra vida comunitaria. Estos asociados no emiten los votos públicos, propios de los Clérigos de San Viator, ni pueden contraer ningún otro compromiso canónico con nuestra Congregación. Se comprometen según las modalidades contenidas en los Reglamentos generales y particulares”. (Const. N ° 5)

“Cada Provincia con el consentimiento de su Capítulo provincial, podía ya atribuirse el derecho de asociar no-religiosos a las comunidades y redactar reglamentos provisionales que regularan los vínculos entre la Congregación y los asociados, con las siguientes orientaciones:

• Los miembros asociados pueden ser hombres y mujeres solteros que siguen conservando el derecho a casarse; matrimonios asociados como tales; sacerdotes seculares, con el consentimiento de su obispo.
• Deben estar dispuestos a trabajar en la línea de nuestra misión; a participar en encuentros regulares con una comunidad.
• Los vínculos principales consistirán en su compromiso de estar al servicio de la misión y de vivir según el espíritu de la Congregación, de acuerdo con su estado de vida, y ser fieles a los reglamentos que les conciernen.
• Se comprometen además a una vida evangélica, que supone oración diaria, eucaristía frecuente, contactos regulares con una comunidad viatoriana.
• Los objetivos principales de la Asociación son, el posibilitar a los asociados una profundización en su vida espiritual y en su compromiso apostólico y beneficiar a los Clérigos de San Viator con las riquezas espirituales y apostólicas de los asociados. Así mismo, ampliar y fortificar los lazos de caridad que nos unen con nuestros colaboradores en la misión.
• En estos años de experiencia, los asociados no deben vincularse a la Congregación con ningún lazo canónico y conservarán su autonomía profesional, financiera y civil.”

Este proceso de inicio alcanzaba su culmen el 15 de mayo de 1988 cuando son admitidos los primeros 15 asociados chilenos en la Comunidad Viatoriana.

A la luz de las primeras experiencias, se incluye en los Reglamentos generales de la Congregación, aprobados por la Santa Sede, una normativa básica sobre la Asociación, con encargo a las Provincias de redactar, de acuerdo con las peculiaridades, otros Reglamentos particulares. Es la línea que ha venido progresando, a la búsqueda de una legislación más completa que precise los lazos y compromisos comunes en el seno de la nueva Comunidad viatoriana formada por religiosos y asociados, ambos, herederos del carisma del P. Luis Querbes.

Desde su gestación, la nueva realidad de la Comunidad viatoriana, religiosos y asociados, con una valoración siempre positiva y esperanzadora, ha estado muy presente en todos los foros viatorianos generales, provinciales, regionales y de las nuevas fundaciones, apoyando a los Superiores generales y los sucesivos Capítulos de la Congregación a continuar con estas experiencias.

La Delegación vive momentos que le llenan de satisfacción, por su crecimiento, por su vitalidad. Existe una creciente esperanza en el futuro del carisma congregacional y su compromiso con jóvenes, y en particular entre los pobres de nuestro pueblo. Existe mucha generosidad y la mejor disposición de parte de todos los Hermanos por ser fieles al proyecto regional viatoriano chileno.

La nueva Constitución, aprobada por la Santa Sede el 11 de febrero de 1984, habla por primera vez que un grupo de religiosos suficientemente estable y homogéneo, puede constituirse en Región canónica. En estas condiciones se encuentra la Delegación Viatoriana chilena. A instancias del Consejo provincial y del mismo Consejo general se invita a una seria reflexión para adquirir el Estatuto de Región. Muchos temores surgen en el seno de la comunidad ante una posible autonomía, tales como el aumento de la edad de los religiosos, el peso de las obras, el envío o no de religiosos de España, la inseguridad económica, la perseverancia de los jóvenes religiosos, etc.

Fue decisiva la animación y seguridad que impregnó a la Delegación la visita del Hermano Luis Gutiérrez y el P. José Ramón Zudaire, miembros del Consejo provincial, en relación a solicitar el Estatuto de Región. Permanecieron en Chile entre los días del 23 de enero al 27 de febrero de 1987. Animaron el retiro anual y presentaron la Propuesta Educativa de los colegios de España. En el Capítulo de la delegación el Hermano Luis Gutiérrez hace una clara exposición del tema. En la práctica explica que de hecho, tal y como están las cosas, la comunidad chilena es Región. Por unanimidad la Asamblea acepta solicitar el Estatuto de Región a la Dirección provincial y ésta a la Dirección general.

La Región contaba con 15 religiosos chilenos de los cuales 14 profesaron en esta década: Claudio Ríos Saavedra, Patricio Bravo Angellotti, Iván Higuera Guerrero, Richard Pastenes Cáceres, Raúl Marchant Zúñiga, Marcelo Garland Rodríguez, Julio Donoso Donoso, Carlos Peña Álvarez, Víctor Osorio Ávila, Miguel Rivera Alvarado, Hugo Cepeda Bobadilla, Juan Carlos Olea Urbina, Mario Mansilla Beecher, Pedro Nahuelcura Vargas.

Un acontecimiento que marcó profundamente al pueblo chileno y a nuestra comunidad viatoriana fue la histórica peregrinación apostólica que el Papa hiciera por primera vez a Chile. Juan Pablo II inició su visita el 1 de abril de 1987, a su llegada al aeropuerto fue recibido por una multitud emocionada por su presencia. En seis días recorre nuestro país de Sur a Norte, reuniéndose con mapuches, trabajadores, presidiarios e incluso miembros del gobierno de turno de la época.

Su primera actividad fue un encuentro con sacerdotes, diáconos y religiosos, en la liturgia celebrada en la catedral metropolitana en la que se hicieron presentes varios de nuestros religiosos y seminaristas. Al atardecer se dirigió a la Virgen del Cerro San Cristóbal y bendijo desde las alturas la ciudad de Santiago. Fueron días de intensa vivencia espiritual para todos los católicos del país. La comunidad viatoriana se adhirió a todas los encuentros convocados por la Iglesia.

Momento culminante de la Jornada fue el encuentro con el Papa Juan Pablo II el día de la canonización de Sor Teresa de Los Andes, en la Eucaristía que presidió por la Reconciliación oficiada en el Parque O’Higgins de Santiago.

Se despidió con las siguientes palabras: “Que por la intercesión de santa María, Madre de Chile, Virgen del Norte y del Sur, Señora del Mar y de la Cordillera, Dios bendiga a Chile… Confiad siempre en Dios. El amor puede más y con amor os dejo también mi Bendición Apostólica en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”

El 24 de julio de 1987, corría una noticia que estremecía a toda la comunidad chilena: el P. Valentín Izar de la Fuente, después de una penosa enfermedad muere en Valladolid. Su vida y su obra marcaron profundamente a quienes compartieron con él. Las palabras que el P. Saturnino San Martín pronunció en su funeral expresan el sentir de muchos religiosos y conocidos del P. Valentín.

“Sin temor a equivocarme, podría afirmar que Valentín fue un alma inocente toda su vida. Incapaz de hacer mal a nadie, por lo menos conscientemente, siempre fue su anhelo buscar y cumplir la voluntad de Dios allí donde la Congregación y la Iglesia le necesitasen. Su piedad, desde el Juniorado, fue sincera y profunda. Fiel a los Rezos de Regla, era asiduo también a largos ratos de oración personal ante el sagrario.”

“Digno es destacarse en el P. Valentín su amor a la Congregación. La conocía, la amaba y la daba a conocer con verdadero entusiasmo. De ahí su ilusión, que llegó a ser en él una obsesión, de buscar, orientar y animar a los jóvenes con inquietud religiosa. Y por su celo infatigable por las vocaciones, hoy la Región de Chile cuenta con unos jóvenes religiosos que esperamos sean su corona de gloria junto al Padre.”

“Supo luchar contra la ignorancia religiosa en Chile y contra la inmoralidad, publicando folletos en defensa de la Iglesia Católica que amaba entrañablemente.”

“Por todas estas virtudes, estos anhelos y su aprecio por la juventud, podemos afirmar que el P. Valentín siempre tuvo un espíritu joven y que ha sido apreciado por los jóvenes y que ahora le recordarán con cariño, llorando su ausencia.”

“Queridos familiares: Cuántas cosas más podríais añadir vosotros sobre la bondad y la sencillez de vuestro Valentín. No habéis perdido ni un hermano, ni un tío o familiar. El desde el Cielo seguirá amándoos como siempre e intercediendo por todos y cada uno de vosotros.”

“La Provincia viatoriana de España – y hoy la Región de Chile – pierden un apóstol infatigable.”

“Tu muerte, Valentín, no ha sido una derrota. Tú has sido valiente para enfrentarla y para enseñarnos cómo se sabe morir cuando se ha sabido vivir en un constante amor a Dios y a los Hermanos.”

“Tus despojos mortales quedan en España, pero tu recuerdo y tu imagen de santo religioso quedarán para siempre en Chile donde diste lo mejor de tu vida por los pobres y por los humildes y sencillos.”

“Que tu ejemplo y tu valiosa intercesión hagan fructificar nuevas y generosas vocaciones para la Provincia y para la Región viatoriana de Chile. Descansa en paz.”

El mismo día de la partida del P. Valentín la Comunidad celebraba en Puente Alto, el nacimiento de la Región de Chile. En efecto esa tarde de julio de 1987, tras una Eucaristía, en solemne acto simbólico, estando presente toda la Delegación, dos firmas: del Hermano Juan Alarcón y el Hermano Basilio Álvarez, Asistente provincial que se encontraba en visita pastoral, daban fe de la Regionalización de la Comunidad que entra en vigor el 15 de agosto de 1987. Se trataba de un peldaño en el caminar hacia Provincia como lo expresó el Hermano Basilio:

“ … La Delegación pasa a ser Región. Es otro peldaño más de madurez el que habéis adquirido. Cumplís sobradamente las condiciones que exige nuestra Constitución para adquirir este rango. Pero a la vez que se abren espacios de mayor independencia, vuestra disponibilidad ya reconocida, tendrá que soportar mayores pruebas de responsabilidad.”

“El abanico de vuestras inserciones en Chile es rico, variado y atrayente. Hacéis de vuestros colegios, propios y ajenos, plataforma de pastoral; atendéis con cariño y amabilidad, tanto a internos como a mediopensionistas, carentes de paz y de afecto. A través de la Parroquia llenáis de gozo el corazón de muchos feligreses, necesitados de Palabra de Dios, del calor de vuestra presencia y de vuestro afecto cercano y sincero.”

“Muchos son los jóvenes, apoderados, matrimonios, etc. que irradian felicidad dentro de su pobreza y austeridad de vida porque sabéis crear en ellos motivos de fe y esperanza”.

El fuerte contingente de jóvenes religiosos, y la necesidad de estructurar su formación, hacía pensar en contar con otros recursos adaptados a las nuevas necesidades. Después de reflexionar y probar varias alternativas se vio la urgente necesidad de tener una casa para acoger a los profesos mientras realizan sus estudios.

El Hermano José Gómez, después de recorrer varios lugares de Santiago y de consultar en organismos diocesanos en busca de lo más adecuado, presenta a la Asamblea de religiosos una antigua propiedad de una cooperativa de carabineros en la comuna de Macul que agrada a la mayoría de los Hermanos. Con el consentimiento del Consejo provincial se adquiere la propiedad y se comienza la construcción para ser habitada el 18 de agosto de 1987.

El Superior provincial P. José María Legarreta ha venido a realizar su visita pastoral y presidir el capítulo de elecciones del primer Superior regional. Permanece animando a la Región entre los días 21 de noviembre y 19 de diciembre. El 5 de diciembre de 1987 preside el Capítulo de elecciones y reelige al Hermano Juan Alarcón pasando así a ser el primer superior regional. En esa misma sesión fueron elegidos José Luis Iturriaga y José Antonio Izaga. Con el P, Txomin Lezama y el P. Gerardo Soto como Consejeros designados se completa el quinteto del Consejo regional.

El mismo día, con asistencia de casi todos los Hermanos de la Región, postulantes y preasociados, el Superior provincial bendecía la casa de formación para los religiosos recién profesos que viven durante dos años en grupo comunitario. Esta casa está ubicada en calle Froilán Roa de la Comuna de Macul, cerca de los centros universitarios donde normalmente estudiarán.

La historia regional goza de grandes anhelos evangelizadores y cuenta con una permanente búsqueda de la voluntad de Dios en sus miembros. La búsqueda vocacional tanto al interior de la Comunidad como fuera de ella es muy significativa. El 11 de febrero de 1984 había sido ordenado sacerdote en Valladolid el P. Pablo Zamorano y el 30 de enero de 1988 es ordenado sacerdote, también en Valladolid, el P. José Ignacio San Román. En este mismo año hacen sus votos perpetuos en Viña del Mar, los Hermanos Claudio Ríos Saavedra y Patricio Bravo Angellotti, el 8 de abril y el Hermano Raúl Marchant Zúñiga lo haría el año siguiente.

Un acontecimiento que marcó el acercamiento entre los viatores de América Latina es la inserción del P. Bernardo Paquette de la Fundación del Perú, en la Región de Chile. Permaneció en el país mientras David Cuenca, novicio peruano, hacía su noviciado en Puente Alto. Fue una oportunidad única que dejó lazos profundos entre las dos comunidades viatorianas. Llegaron a Chile el 8 de abril de 1989 y regresaron el 10 de diciembre de 1990. Dejaron un grato recuerdo de su estancia en la Región.

1988 nos arrebató dos viatores muy queridos el Hermano Julián Lagos y el Padre Roque Mendizábal. El Hermano Julián Lagos falleció en Vitoria, España, el día 10 de junio de 1988, a la edad de 66 años y 50 de vida religiosa. En 1967 llegó a Chile como profesor y administrador durante quince años en el Liceo Parroquial San Antonio de Viña del Mar, hasta que una hemiplejía fulminante le obligaba a volver a España y a retirarse a la Residencia de Valladolid, donde pasó los seis últimos años de su vida, como dice la esquela de defunción, hecho una paradoja de alegría y espontaneidad desde una evidente minusvalía física. El Superior provincial P. José María Legarreta le escribió en nombre del Consejo provincial, cuando cumplía 65 años de edad y que muy bien lo retrata:

“ Julián, en nombre del Consejo, MUCHAS GRACIAS, por todo lo que tú eres, por lo que has sido, por lo que has hecho, y por lo que haces…”

“y tú dirás con sonrisa riojana: “Y yo ¿qué hago?- Mucho. Mucho bien. Ya sé que miras con fe la situación en que estás. Yo tuve la responsabilidad de arrancarte de Chile, tierra querida para ti. No puedo decir que noté que se te rompiera algo por dentro. Tú estabas en manos de Dios. Estos años nos estás dando unos sermonazos de campanillas sobre la aceptación de la voluntad de Dios.”

“Ahora tus ¡65! Tienes memoria y recordarás mil historias. Las cuentas. Y por dentro te dejas toda la interpretación de gracia y fe de tu vida. Yo sé que la rumias.”

“Saliste de profesor en marzo del 38 a Vitoria. ¡Qué carucha tendrías! Pero ¡Cómo te empezarían a querer tus alumnos! Yo recuerdo mucho de tu tiempo de Basauri. Por donde has ido te han querido, porque tú te has entregado y has querido a las personas. Por donde has ido has formado comunidad, has puesto alegría en la comunidad… has tenido mil detalles con tus hermanos. ¡Qué sello tenía la sastrería de Vitoria!. Allí viviste lagos años de vida oculta… de motor que sostenía a la Provincia.”

“Yo quiero agradecer tantos sentimientos de hermanos de la provincia que hoy quisieran hacerte un ramillete de flores y de piropos fraternos… Y mi agradecimiento va hacia el Padre que te ha dado tanto don, tanto parecido a su Hijo acogedor, sonriente, amigo de los niños y de los pobres,…sufriente….”

El 14 de agosto fallecía en Bilbao el P. Roque Mendizábal, a los 74 años de edad, 57 de vida religiosa y 38 de sacerdocio. En 1959 fue el primer capellán del reciente colegio San Antonio de Viña del Mar. Después es trasladado a La Laguna. Su apostolado lo ejerció en Puente Alto, y también en Ovalle. Roque amaba a los pobres, los niños, a los que sufrían como ha quedado demostrado en las páginas anteriores. Su Chile lindo le marcó tanto que le cambió el vocabulario y el tonillo de voz. Siempre habló a la chilena. Dejó una huella imborrable en muchas familias. Sus funerales se celebraron en Mondragón, su pueblo natal y familiar, presididos por el Superior provincial, P. José María Legarreta, rodeado de más de treinta sacerdotes. Asistieron muchos viatores de toda España, todos sus familiares y muchos de sus innumerables amigos. Acto seguido, los restos mortales recibían tierra en la tumba de los Clérigos de San Viator en el cementerio de Escoriaza, donde reposan otros trece de sus hermanos de congregación.

También, 1988 fue el año del XXV Capítulo general que elige como nuevo Superior general al P. Leonard Audet, de la Provincia de Saint Laurent. El P. Leonard tiene 56 años. Es profesor de Sagrada Escritura de la Universidad de Montreal de cuya facultad ha sido Decano dos períodos (8 años). Le acompañan como consejeros el P. José Antonio Lezama, Vicario general, el H. Fernand Marion, Administrador general, el P. George Auger y el H. Robert Bonnafous. El P.General y su Vicario firmaban su profesión de fe en presencia del P. Kenneth Morris, y se ponían al servicio de la Congregación. Estuvo presente en esta ocasión, por la Región de Chile, el Hermano Juan Alarcón.

Se cierra este capítulo señalando la fuerza apostólica que inspira a este grupo de viatores en tierras chilenas. La comunidad estaba deseosa de tener una obra educativa propia, además del colegio de Ovalle, y así aprovechando el gran terreno adquirido en la comuna de Macul, en el que se ha construido la casa para los religiosos jóvenes se comenzó, a edificar la obra, con los permisos necesarios de la Dirección provincial, y solicitando un préstamo pagadero a varios años a la misma Provincia.

El nuevo colegio San Viator de Macul, comenzó a funcionar el 6 de marzo de 1989 con 413 alumnos en cursos duplicados de primero a quinto básico. El Hermano José Antonio Izaga es el primer director. Le acompañan el P. Domingo Lezama como administrador y Padre Espiritual y el Hermano Liberto Vázquez como profesor, además de 10 profesores laicos. Fue motivo de alegría tanto para la Región, como para todo el barrio donde está inserto. Los apoderados hicieron largas filas para el examen de diagnóstico y luego matricular a los alumnos seleccionados.